Cancelar deudas bancarias por ley

Cancelar deudas bancarias por ley: solución concreta y eficaz

La Ley de la Segunda Oportunidad te permite cancelar legalmente gran parte de tus deudas bancarias, desde créditos personales hasta descubiertos en cuenta. Descubre qué deudas bancarias se pueden cancelar, cuáles no, y cómo Loanko puede ayudarte a recuperar tu estabilidad económica desde el primer paso.

¿Qué deudas bancarias se pueden cancelar por ley?

1. Préstamos personales

Son préstamos otorgados por bancos, cajas o entidades financieras para fines no empresariales. Por ejemplo:

• Créditos para reformas del hogar.
• Préstamos para vehículos.
• Préstamos personales solicitados por necesidad económica o reunificación de deudas.

Estos préstamos suelen tener cuotas fijas mensuales y se consideran deudas ordinarias, por tanto, cancelables por ley.

2. Tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito, sobre todo las de tipo revolving, generan intereses muy elevados y pueden convertirse en deudas eternas. Si no puedes seguir pagando, esta deuda:

• Puede acumularse sin fin por los intereses abusivos.
• Genera cargas mensuales imposibles de sostener.

Es totalmente cancelable si cumples los requisitos de la ley.

3. Créditos al consumo

Se trata de financiaciones otorgadas para la compra de bienes o servicios concretos, generalmente de importe moderado, que se pagan en cuotas mensuales. Este tipo de deuda está diseñado para permitir que el consumidor acceda a productos inmediatos sin necesidad de tener el dinero disponible en el momento.

• Electrodomésticos
• Muebles
• Viajes
• Móviles o tecnología

Aunque se tramitan con la tienda, detrás suele haber un banco o financiera. Estas deudas también se pueden cancelar legalmente.

4. Microcréditos y préstamos rápidos

Son préstamos de pequeñas cantidades (300 €, 600 €, 1.000 €) con intereses desproporcionados, solicitados online. Suelen ser un recurso urgente para personas ya sobreendeudadas.

La Ley de la Segunda Oportunidad permite cancelar este tipo de créditos abusivos, incluso aunque tengas varios acumulados.

5. Líneas de crédito y pólizas bancarias

Frecuentes en autónomos y pequeños empresarios. Son productos que permiten disponer de dinero de forma flexible, pero con intereses variables y vencimientos que pueden convertirse en deuda impagable.

Si la actividad ha cesado o los ingresos han disminuido drásticamente, esta deuda es cancelable por ley.

6. Descubiertos bancarios

Cuando una cuenta corriente queda en negativo por comisiones, gastos o recibos devueltos, el banco genera un descubierto que se convierte en deuda.

Aunque parezca una cantidad menor, con el tiempo puede crecer. También puede cancelarse dentro del proceso judicial.

¿Y las hipotecas?

Una hipoteca en sí misma no se cancela directamente, porque está asociada a una garantía real (la vivienda). Pero si:

• El bien ya ha sido subastado o entregado.
• Queda una deuda pendiente tras la ejecución hipotecaria (el llamado "crédito residual")

Ese resto de deuda sí se puede cancelar por ley si no se puede pagar.

¿Qué deudas bancarias no se pueden cancelar por ley?

La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece una vía legal para eliminar muchas de las deudas que asfixian a particulares y autónomos, pero no todas las obligaciones económicas son exonerables. Existen excepciones claras y legalmente protegidas que reflejan la importancia de ciertas responsabilidades personales y sociales, así como la protección del interés público.

1. Pensiones de alimentos

Las pensiones de alimentos son uno de los tipos de deuda que nunca pueden ser exoneradas, bajo ningún escenario. Se trata de cantidades fijadas por sentencia judicial para cubrir las necesidades básicas de personas dependientes, como:

• Hijos menores o mayores con discapacidad.
• Exparejas con derecho a pensión compensatoria.
• Otros familiares a cargo.

Estas obligaciones se consideran de carácter personalísimo y prioritario, ya que afectan a derechos fundamentales como la alimentación, vivienda, salud y educación de personas vulnerables. La ley protege firmemente estos pagos y no permite que se anulen, aunque el deudor esté en insolvencia absoluta.

Importante: El incumplimiento de estas pensiones puede incluso acarrear consecuencias penales, como sanciones económicas o penas de prisión por abandono de familia.

2. Multas y sanciones penales

Las multas penales y las sanciones derivadas de delitos están expresamente excluidas del beneficio de exoneración por la Ley de la Segunda Oportunidad. Esto incluye:

• Multas impuestas en procesos penales: por ejemplo, si has sido condenado por un delito y se te impone una multa económica, esta no puede ser perdonada.
• Indemnizaciones por responsabilidad civil derivada de delitos: como las que deben pagarse a las víctimas de un accidente causado bajo los efectos del alcohol o por una agresión.
• Deudas por delitos fiscales o contra la Seguridad Social: si ha habido sentencia firme que declare el fraude, la deuda no podrá ser exonerada, aunque esté relacionada con Hacienda o la Seguridad Social.

Estas deudas están relacionadas con la responsabilidad penal y el orden público, por lo que no pueden ser consideradas como simples deudas económicas. La ley no permite que alguien se libere de ellas sin cumplir con las consecuencias legales de sus actos.

3. Deudas con Hacienda y Seguridad Social (con límites)

Hasta la reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal en 2022, las deudas con organismos públicos como la Agencia Tributaria (AEAT) y la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) no eran cancelables bajo ningún concepto.

Hoy en día, sí es posible exonerar parte de estas deudas, pero con condiciones y límites económicos estrictos:

1. Se pueden cancelar hasta 10.000 € con la Agencia Tributaria.
2. Se pueden cancelar hasta 10.000 € con la Seguridad Social.

Otras deudas bancarias que podrían no ser canceladas por ley (casos excepcionales)

Aunque no lo dice de forma explícita la ley, existen ciertos supuestos donde la cancelación de la deuda puede estar limitada o excluida, por interpretación de los tribunales o por la conducta del deudor:

• Deudas ocultas: si no se declaran todas las deudas o se intenta engañar al juez, el procedimiento puede anularse.
• Créditos por daños ambientales o laborales: en algunos casos excepcionales, si hay una sentencia que los reconozca, no se pueden cancelar.
• Prestaciones indebidas de ayudas públicas o subvenciones: si se ha cobrado una ayuda ilegalmente, y hay resolución administrativa firme, puede quedar fuera de la exoneración.

Conclusión: Cancelar tus deudas bancarias por ley es una salida real y eficaz

La Ley de la Segunda Oportunidad se ha consolidado como una herramienta concreta, eficaz y legalmente respaldada para ayudar a personas físicas, autónomos y familias a liberarse del peso de las deudas bancarias que ya no pueden pagar. Gracias a esta ley, es posible cancelar una gran variedad de obligaciones financieras desde préstamos personales hasta microcréditos, tarjetas de crédito o líneas bancarias siempre que se cumplan los requisitos de buena fe y situación de insolvencia.

Sin embargo, también es importante tener en cuenta que no todas las deudas pueden exonerarse. Obligaciones como las pensiones de alimentos, las multas penales, las indemnizaciones por responsabilidad civil derivada de delitos o las deudas fiscales derivadas de fraude quedan fuera del alcance del perdón legal. Del mismo modo, las deudas con Hacienda o Seguridad Social solo pueden cancelarse parcialmente, hasta ciertos límites.

El procedimiento requiere rigor, transparencia y asesoramiento especializado, pero ofrece un resultado tangible: la posibilidad de empezar de nuevo sin deudas, con una resolución judicial firme que te libera y permite reconstruir tu vida financiera y personal.

Si te encuentras atrapado en una situación de sobreendeudamiento, esta ley no es una promesa vacía, sino una salida legal, avalada por la justicia española, que miles de personas ya han utilizado con éxito.

En Loanko, te acompañamos desde el primer análisis hasta la resolución judicial, con opciones de pago adaptadas a tu situación. Porque volver a empezar es posible, y hacerlo con ayuda profesional es mucho más fácil.