Acógete a la ley segunda oportunidad
Optar por la Ley de la Segunda Oportunidad brinda a quienes no pueden afrontar sus deudas la posibilidad de reestructurarlas o eliminarlas legalmente. Se requiere cumplir condiciones como demostrar buena fe y no tener antecedentes por delitos económicos. Es una alternativa efectiva para dejar atrás las deudas y comenzar desde cero.
Solicitar informaciónLa ley de la segunda oportunidad está más al alcance que nunca para particulares, autónomos, avalistas y personas con embargos o deudas públicas. Si te encuentras en una situación real de insolvencia, esta ley te permite empezar de nuevo sin cargas imposibles. Descubre aquí quién puede acogerse, cómo funciona el proceso y por qué en Loanko podemos ayudarte a recuperar tu vida financiera sin miedo ni más pérdidas.
Estas deudas suelen tener origen en la acumulación de préstamos personales, tarjetas de crédito con intereses abusivos, microcréditos con condiciones opacas, o incluso compras financiadas a plazos que, en su conjunto, se vuelven insostenibles. En muchos casos, estas personas comienzan por dejar de pagar una cuota concreta y, al poco tiempo, se ven atrapadas en una espiral de morosidad que las empuja al sobreendeudamiento.
Las causas que llevan a esta situación pueden ser muy diversas:
En este grupo se encuentran desde jóvenes que han acumulado deudas por consumo hasta familias enteras que no pueden afrontar los pagos de su hipoteca, del coche, del colegio, de los hijos o de servicios básicos. Son personas que necesitan una solución legal y efectiva para poder empezar de nuevo sin el peso de unas deudas que, claramente, ya no están en condiciones de asumir.
Si la negociación no es viable, trabajamos para que puedas acogerte al Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), permitiéndote empezar de nuevo sin el peso de tus deudas pasadas.
QUIERO SOLICITAR INFORMACIÓNTrabajadores por cuenta propia que han acumulado deudas en el ejercicio de su actividad económica. Puede tratarse tanto de personas que han tenido que cerrar su negocio como de aquellas que aún siguen operando, pero que lo hacen con una carga financiera insostenible.
Los autónomos, a menudo, se endeudan para invertir en su negocio, cubrir gastos operativos o mantener la actividad en momentos de baja facturación. Sin embargo, cuando las ventas no acompañan o surgen imprevistos (como una crisis económica, una enfermedad o el impago de clientes), estas deudas se acumulan rápidamente.
Las deudas más comunes en este colectivo incluyen:
En este grupo encontramos perfiles muy diversos: desde taxistas que no pueden pagar la letra del coche, pequeños comerciantes ahogados por alquileres y suministros, freelancers que han trabajado por debajo de tarifas sostenibles, hasta profesionales liberales (arquitectos, abogados, diseñadores, técnicos…) que han visto caer su cartera de clientes.
Lo más grave es que muchos de estos autónomos responden con su patrimonio personal por las deudas del negocio: sus ahorros, su vivienda, sus vehículos, incluso sus bienes futuros. Esta situación genera una enorme angustia y, en muchos casos, les impide salir del bloqueo financiero en el que se encuentran.
La Ley de la Segunda Oportunidad representa para ellos una vía realista y legal para cancelar parte o la totalidad de sus deudas, recuperar la tranquilidad y, si lo desean, volver a emprender sin arrastrar el lastre del pasado.
Muchas personas, especialmente padres, madres o familiares cercanos, han avalado en el pasado préstamos personales, hipotecas, líneas de crédito o financiación empresarial para ayudar a sus hijos, amigos o incluso conocidos en los que confiaban.
Sin embargo, cuando el titular principal del préstamo no puede hacer frente a las cuotas, la entidad financiera reclama el pago al avalista, quien pasa a ser responsable legal de la deuda como si fuera propia. Esta situación puede ser devastadora, ya que el avalista no se ha beneficiado directamente del dinero, pero sí asume todas las consecuencias del impago.
Este tipo de casos se da con frecuencia en:
El drama del avalista es que, muchas veces, se trata de personas mayores, jubiladas o con ingresos limitados, que nunca imaginaron que terminarían endeudadas por decisiones ajenas. Algunos incluso pierden sus ahorros, su vivienda o su tranquilidad por una deuda que nunca fue suya en origen.
La buena noticia es que la Ley de la Segunda Oportunidad permite también a los avalistas acogerse al procedimiento, siempre que puedan demostrar que se encuentran en una situación real de insolvencia. Esto les abre una vía para cancelar esas deudas heredadas y recuperar el control de su vida financiera, cerrando un capítulo que, en muchos casos, ha sido profundamente injusto.
Ya no pueden hacer frente a sus obligaciones financieras y entran en una fase crítica del sobreendeudamiento: los embargos. Esto significa que sus acreedores, tras procesos judiciales o administrativos, han conseguido retener parte de su sueldo, pensión o ingresos bancarios, e incluso iniciar procedimientos sobre su vivienda, vehículo u otros bienes.
Además de los embargos, otro problema frecuente es la inclusión en ficheros de morosidad como ASNEF, RAI, BADEXCUG (Experian) u otros registros similares. Estar en uno de estos ficheros no solo afecta la reputación financiera de la persona, sino que impide el acceso a nuevas líneas de financiación, contratos telefónicos, alquileres o servicios básicos, ya que muchas empresas los consultan antes de firmar.
Este grupo de afectados incluye:
Uno de los beneficios más inmediatos y poderosos de la Ley de la Segunda Oportunidad es que, desde que se inicia el procedimiento, se puede solicitar la suspensión de embargos y ejecuciones judiciales. Esto ofrece un respiro vital al deudor, que puede reorganizar su economía sin seguir perdiendo ingresos esenciales.
Además, una vez concedida la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI), los ficheros de morosos deben eliminar toda referencia negativa relacionada con esas deudas, lo que permite al beneficiario reiniciar su historial crediticio desde cero.
Las personas con deudas con la Agencia Tributaria o con la Seguridad Social no podían beneficiarse plenamente del mecanismo de exoneración, lo cual dejaba fuera del sistema a miles de autónomos y pequeños empresarios, a pesar de estar claramente en situación de insolvencia.
Gracias a la modificación legal, actualmente sí es posible cancelar de forma definitiva hasta 20.000 € de deudas públicas:
Esta medida ha supuesto un antes y un después para miles de autónomos que arrastraban impagos acumulados por cuotas, retenciones, IVA, IRPF o aplazamientos que no pudieron afrontar por caídas de ingresos, cierres de actividad o crisis económicas como la de la pandemia.
En Loanko contamos con especialistas en deudas públicas y derecho concursal, capaces de diseñar una estrategia eficaz para cancelar el máximo posible de deuda y establecer, si es necesario, planes de pagos asumibles que no ahoguen al cliente ni pongan en peligro su sustento.
Nuestro equipo jurídico analiza cada caso con precisión y:
Gracias a esta metodología, muchos autónomos que antes se sentían excluidos del sistema ahora pueden acogerse con éxito a la Ley de la Segunda Oportunidad y cancelar sus deudas, incluidas las públicas, de forma legal, segura y definitiva.
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TRANQUILIDAD FINANCIERA
Nuestro equipo te ayuda a encontrar la mejor solución legal para tu caso. Al optar por la Ley de Segunda Oportunidad, no sólo eliges un camino hacia la eliminación de tus deudas, sino que también inviertes en un futuro más estable.
EMPIEZA DESDE CERO HOY MISMOLa duración del procedimiento depende principalmente de la vía de exoneración que se solicite y de la situación personal y económica del deudor. Existen dos opciones principales para conseguir la cancelación de las deudas:
1. Exoneración con liquidación de patrimonio
Este es el camino más directo y, por lo general, el más rápido. Se aplica cuando la persona endeudada no tiene bienes relevantes (como vivienda en propiedad o vehículos de alto valor), o está dispuesta a liquidarlos para cancelar el máximo posible de la deuda.
Una vez se presenta la solicitud y se verifica la situación de insolvencia, se abre el concurso de acreedores y, tras la liquidación (si la hay), se solicita directamente el auto de exoneración del pasivo insatisfecho (EPI).
Este plazo puede variar según la carga del juzgado y la agilidad del procedimiento, pero con una gestión profesional y digital como la que ofrece Loanko, se reduce al mínimo.
2. Exoneración con plan de pagos (con conservación de la vivienda)
Esta opción está diseñada para quienes desean mantener su vivienda habitual u otros bienes, y tienen ingresos estables que les permiten asumir un pequeño compromiso de pago. En lugar de liquidar su patrimonio, presentan un plan de pagos a 3 o 5 años, en función de su capacidad económica y el acuerdo con los acreedores.
Durante ese tiempo, el deudor realiza pagos proporcionales a sus posibilidades, y al finalizar el plan, se obtiene igualmente el auto judicial de exoneración del resto de la deuda.
Esta vía es muy adecuada para personas o familias que tienen trabajo o ingresos estables, pero que no pueden hacer frente al total de sus deudas y necesitan una salida ordenada y sostenible.
En 2025, acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad es más accesible que nunca. Esta herramienta legal ya no es solo para unos pocos: está diseñada para ayudar a cualquier persona en situación de insolvencia real a cancelar sus deudas y recuperar el control de su vida financiera.
Da igual si eres un particular ahogado por préstamos y tarjetas, un autónomo que no puede pagar a Hacienda ni a la Seguridad Social, un avalista que heredó deudas ajenas, o si ya te han embargado parte del sueldo y apareces en todos los ficheros de morosos. Si no puedes pagar tus deudas de forma razonable, esta ley te protege y te permite empezar de nuevo.
Gracias a la reforma legal y a herramientas como la que ofrece Loanko, ahora puedes:
En definitiva, la Ley de la Segunda Oportunidad no es un privilegio, es un derecho. Y si estás leyendo esto, probablemente tú o alguien cercano cumpla las condiciones para beneficiarse.
En Loanko ponemos a tu disposición un equipo de abogados expertos, tecnología jurídica de vanguardia y la empatía necesaria para entender tu situación sin juzgarte. Te ayudamos a recuperar la tranquilidad que mereces.
Solicita tu estudio gratuito y empieza hoy el camino hacia tu nueva vida sin deudas.
Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad permite a personas con deudas insostenibles acceder a un proceso legal para renegociarlas o cancelarlas. Es necesario cumplir ciertos requisitos, como actuar de buena fe y no haber cometido delitos económicos. Es una opción real para quienes buscan empezar de nuevo sin cargas financieras.
Solicitar más informaciónTodas las deudas privadas: préstamos personales, tarjetas, microcréditos, embargos bancarios. También deudas públicas hasta los límites establecidos por la ley.
Sí. Tener ingresos no impide acogerse. Lo importante es que no te permitan cubrir tus deudas. Incluso con vivienda puedes optar por un plan de pagos.
Desde 100€/mes. Ajustamos el presupuesto a tu caso. Además, tienes garantía de devolución si no logramos la cancelación.
Puedes exonerar hasta 10.000€. El resto se puede reestructurar. La clave es demostrar buena fe y viabilidad.
Entre 3 y 6 meses, según el tipo de procedimiento. Loanko reduce los plazos al mínimo gracias a su experiencia y tecnología legal.